Reflexión
Las tres rejas
Un joven
discípulo de un sufi sabio, llega a su casa y le dice:
-Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia…
-¡Espera! -lo interrumpe el filósofo-.
-¡Espera! -lo interrumpe el filósofo-.
¿Hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
-¿Las
tres rejas? -preguntó
su discípulo.
-Sí. La primera es la verdad.
-Sí. La primera es la verdad.
¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
-No. Lo oí comentar a unos vecinos.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad.
Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
-No, en realidad no. Al contrario…-¡Ah, vaya!.
-No, en realidad no. Al contrario…-¡Ah, vaya!.
Y la última reja es la necesidad.
¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
-A decir verdad, no.
-Entonces… -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
-A decir verdad, no.
-Entonces… -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
Si
fueses consciente del mal que puedes llegar a ocasionar, piensa 2 veces dos
veces, antes de exponer a alguien al escarnio público.
Fuentes:
Raquel Aldana 2.015
Redacción y composición, Beatriz
Burlando
El rincón del Tibet
Youtube
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