domingo, 20 de marzo de 2011

El papel de la epistemologia en la producción de conocimiento




Hevia - Naves


El papel de la epistemologia en la producción de conocimiento

                                                       MSc. Beatriz Burlando

El ser humano es por naturaleza un ser en  acción debido a que posee una potencialidad natural para la curiosidad y el aprendizaje. La curiosidad en la persona es innata y tiene por si misma un alto grado de motivación, es curiosa, anhela descubrir, investigar y resolver problemas, es capaz de enfrentar desafíos. Siente una necesidad ambivalente de aprender y evolucionar y la razón de este contraste radica en que todo «aprendizaje significativo implica un cierto grado de dolor, sea por el aprendizaje mismo o por la resistencia a dejar de lado aprendizajes anteriores, sin embargo, la satisfacción que le proporciona desarrollar su potencial sobrepasa ampliamente los choques y los golpes».

La persona abierta a sus experiencias, indagadora e investigadora que cada vez va confiando más en su capacidad para establecer nuevas relaciones con su medio, que puede expresarse, no es raro que elabore productos creativos y que encauce su vida diaria para la creación.

La creatividad reafirmara su singularidad y no será más aquella persona, adaptada conformista, ya que la producción de nuevos conocimientos le produce un clima de desinhibición, libre de bloqueos, en donde se favorece el pensamiento original y se recupera la capacidad iniciativa.

Se denomina, entoncés, producción de conocimiento al proceso que genera un cambio en la relación tradicional sujeto-objeto de conocimiento. Quien aborda con fines compresivos y explicativos un fenómeno de la realidad, lo hace de manera interactiva, problematizadora, critica, reflexiva y transformadora.

El sujeto que aprende el conocimiento no alude exclusivamente a la generación de teorías nuevas para la ciencia y la humanidad. Dicha producción se da en diferentes niveles:

-         La apropiación de un saber nuevo para el sujeto que aprende.
-         Reconceptualización de un saber incorporado en otras experiencias de aprendizaje académicas o vivenciales.
-         El desarrollo tecnológico de conocimientos en función de necesidades individuales y comunitarias.
-         Apropiación de un saber de la ciencia y de la cotidianidad a la que no había accedido un individuo o un colectivo.

En este caso se habla de conocimientos porque todas las mediaciones con fines de aprendizaje están referidas a él.

Se trata entonces de que ahora como nunca antes, el avance del conocimiento registra connotaciones éticas, económicas, jurídicas y políticas, y por supuesto ideológicas. Y no es que se pretenda politizar o ideologizar los campos del saber en nada vinculados a la política o a la ideología. Es que el avance del conocimiento ahora registra matices de importancia trascendental para toda la concepción de la vida, del hombre, de lo humano, de la convivencia social. (Aguilera 2000).

A manera de ejemplificar lo antes expuesto, se menciona la presentación que se hizo al mundo del acercamiento al mapa del genoma humano, en donde se vislumbran ideas según las cuales la información que brindan estos códigos genéticos pueden dar luz, para caracterizar a las personas aspirantes a determinados empleos, y sacar conclusiones por parte de los empleadores acerca de su talento, capacidad, estados de ánimo, espíritu emprendedor, si son merecedoras del cargo o no, etc.

Pudiera decirse que con esta información las personas desde su nacimiento conocerían para que han quedado predestinadas en la vida. La determinación de las relaciones sociales en la conformación y la transformación de la personalidad queda en el olvido. ¿No es acaso esta una conclusión ideologizadora?
(Barreto, 1990)

Por tanto el siglo XXI, debe apuntar hacia un episteme profundamente antropológica debido a las propias características que ha venido adquiriendo el desarrollo de las ciencias y del conocimiento en estos últimos tiempos.

Ahora bien, cada orden civilizatorio o estructura histórica social que el desarrollo humano genera , establece su propia racionalidad, es decir un modo de pensar y conocer que le es específico, esta es la llamada episteme. La episteme constituye (Martinez, 1.993) un modo de vida producido, un sistema de relaciones económicas, sociales, y humanas, que abarca un periodo precisable en el tiempo.

Por consiguiente, las respuestas que el hombre persigue están condicionadas por la episteme, que el cauce por el cual circula proceso y acto de conocimiento y aunque su régimen es duro y rígido, es flexible en la multiplicidad de formas en que se manifiestan los procesos y productos cognoscitivos. Esto es lo que permite el surgimiento de los paradigma, que vienen a ser las distintas formas en que se despliega la episteme (Martinez op. cit.).
Los paradigmas nos muestran, entonces la diversidad de las formas de conocer de una época y cada uno de ellos constituye un modo común fuera de lo cual no es posible conocer.

La noción de paradigma es elaborado teóricamente por Kuhn, con el sentido de examinar críticamente el cambio de las prácticas científicas a través del rol de las funciones cognitivas y de las influencias sociales o históricas.

De esta manera, toda actividad científica que se realice en una época, estará determinada por uno o varios paradigmas correspondientes a ella y que condicionarán los temas, el modo de abordarlos, los métodos y todo lo que se relacione con el conocimiento y la manera de conocer.

En la cultura occidental se pueden considerar cuatro paradigmas epistémicos (Martinez, 1.999). Ellos son:
     
-         Paradigma Teológico.
-         Paradigma Biológico.
-         Paradigma Científico – Positivista.
-         Paradigma Post-Positivista.

Paradigma Teológico :
Representado por Augusto Comte, arranca en el mundo judío y se desarrolla con el cristianismo, pero va adquiriendo su  fuerza y poder cuando, después de la disolución del imperio romano y que toda Europa estaba sumida en el desorden, caos y violencia más completos, la iglesia viene a ser la única institución con una referencia consistente, doctrinaria, ética y moral. Constituyendo un nuevo orden, donde los conceptos de creación y finitud, de un orden cósmico establecido por Dios, de sabiduría y voluntad divina, revelados en la Biblia e interpretados por sus representantes, eran los dadores universales de significado.

Paradigma Biológico:
Los últimos siglos de la Edad Media  del XIII al XIV y especialmente en el Renacimiento, dan paso a la razón,  desplazándose lentamente la religión. La teología es sustituida por la filosofía y posteriormente por la Ciencia. Se comienza a usar el método científico-experimental.
Los conceptos básicos eran la razón, la idea de progreso, experimentación, observación. La religión paso a ser una opción personal, que sólo servirá para consolar al hombre en medio de las tribulaciones.

Paradigma Científico-Positivista:
Sostiene que fuera de nosotros existe una realidad totalmente hecha acabada y plenamente externa y objetiva y que nuestro aparato cognoscitivo es como un espejo que la refleja dentro de sí o como una cámara fotográfica que copia pequeñas imágenes  de esa realidad exterior. (Martínez, ob.cit)

Surge a finales del siglo XIX y comienzos del XX, tiene dos fuentes primarias, por un lado la concepción newtoniana del espacio, totalmente mecanicista y por el otro la idea de Descartes de que existe un (dualismo absoluto) entre la mente y la materia, en donde se objetivo es copiar bien esa realidad sin deformarla, y la verdad consistiría en la fidelidad de nuestra imagen interior a la realidad que representa el paradigma positivista ha dominado nuestra cultura durante varios siglos, ha ido formándola sociedad occidental moderna y ha influido significativamente en el resto del mundo. (Hurtado y Toro, 98)

Entre sus ideas tenemos: la afirmación fuerte y exclusiva del individuo, del singular, del particular, en la visión del universo, como si fuese un sistema mecánico que se rige por la matemática  como regla epistémico del conocer, la visión del cuerpo humano como si fuese una máquina, la visión de la vida social como si tuviese que ser forzosamente una lucha competitiva por la existencia, y la creencia en el progreso material ilimitado, que debe alcanzarse mediante, el crecimiento económico y tecnológico.

Paradigma  Post-Positivista:
Sigue al positivista y se denomina así porque todavía no se vislumbra su perfil, existe una imposibilidad de conceptualizarlo, es por eso que se utiliza el prefijo post para indicar que sólo vino después (Martínez, ob. cit).

La orientación post-positivista comienza a gestarse hacia fines del siglo XIX y alcanza su desarrollo pleno en la década de los años 1.950 y 1.960. El tèrmino “postmodernismo” fuè utilizado por primera vez en los años 70, el término se generalizó, referido primero a la arquitectura, luego a la danza, el teatro, la pintura, el cine y la música. Pero, mientras que la ruptura postmoderna era bastante visible en arquitectura y artes visuales, la noción de un corte postmoderno en literatura es más difícil de afirmar. En algún momento de la década de los 70, el postmodernismo no carente de cierta protección norteamericana, migró hacia Europa vía Paris y Frankfurt. Kristeva y Lyotard lo recogieron en Francia, Habermas en Alemania. En Estados Unidos, mientras tanto, los críticos comenzaron a discutir el cruce del postmodernismo con el estructuralismo francés en su peculiar versión americana basado a menudo en el supuesto de que la vanguardia teórica de algún modo debía ser homóloga a la vanguardia en literatura y arte” (Casullo, 1.989).

A comienzo de la década de los 80, la constelación modernismo vs.
postmodernismo en las artes y la teoría social se había convertido en uno de los espacios de mayor beligerancia de la vida intelectual en Occidente, y era así; porque existían muchas más cosas en juego que la existencia o inexistencia de un estilo artístico o la corrección de una línea teórica. La ruptura postmoderna con el pasado era vivida como una pérdida; las pretensiones, del arte y la literatura, de transmitir valores y verdades humanas parecían agotadas, la fé en el poder constitutivo de la imaginación moderna se mostraba engañosa.
O “era percibida como el úlltimo paso hacia la liberación total del instinto y de la conciencia, un paso hacia la aldea global de Mc Luhan, o el nuevo Edén de la perversidad polimórfica, el Paraíso Ya, como el Living Theater lo proclamaba sobre sus escenarios”(ob. cit.) Africano y Asiático por el manejo y control de las reservas petroleras.

Sus iniciadores son Dilthey (Historia y psicología), Wundt, Brentano Ehrenels, Williams James, (Psicología) Husserl (fenomenólogia) Y Max Weber (Sociología). Además contribuyen a su pleno desarrollo los físicos Wittegentein, Toulmin, Hanson, Kunh, Fayeranbend, Lakatos, Polanyi y Popper. Todos estos autores, de una u otra forma, asientan su ideología sobre la base de uno o varios de los principios o postulados. Para Martinez, (op. cit.) cinco serian a su manera de ver los principios o postulados fundamentales y más universales, es decir, los principios de inteligibilidad de la nueva racionalidad: dos de naturaleza o base ontológica, que serian la tendencia universal al orden en los sistemas abiertos y la ontología sistémica, y tres de naturaleza  epistemológica, el conocimiento personal, la metacomunicación del leguaje total y el principio de complementariedad.

Cada uno de estos principios tiene por si mismo la virtuosidad  suficiente para exigir el cambio y superación del paradigma clásico. En referencia a lo antes expuesto la epistemología adquiere en nuestros días un protagonismo sustancial en la misión de defender para el conocimiento de alto valor social, el lugar que en el desarrollo humano le corresponde.

Las dimensiones más resaltantes que se pueden observar, en las sociedades de las décadas de los 90 y el 2.000, y que nos indican que estamos ante una época postmoderna, son: (Burlando 2.011)

1.- El desplazamiento de los centro tradicionales del poder y del saber, y por consiguiente la desaparición del eurocentrismo como eje fundamental de la cultura occidental y el surgimiento de muchos otros centros de cultura en el mundo.

2.- Aparición de un modelo de sociedad mundial que está más allá del
colonialismo que caracterizó al siglo XIX y buena parte del XX.

3.- Desaparecida la U.R.S.S. como bloque socialista de Europa, el
capitalismo se redimensiona y toma magnitudes no conocidas de asociación y producción, hasta llegar a niveles de crisis mundial.
 El surgimiento del socialismo en América Latina, conformando conjuntamente con Cuba. Un nuevo polo de poder y saber, lo que genera una nueva forma de liderazgo en lo político.

4.- La presencia avasallante de los medios de comunicación.

5.- Desplazamiento del concepto tradicional de familia y surgimiento de nuevas formas y contenido.

6.- No se concibe una sola cultura hegemónica, ni una única ideología
ordenadora .

7.- Los avances tecnológicos, que vienen a regular la vida y las relaciones sociales y de producción de los seres humanos.

8.- La relación con el medio ambiente que da pie a una nueva forma de asumir el daño producido por el hombre hacia el planeta, y la generación de mecanismos orientados a restaurarlo.

9.- La dimensión paradigmática, que a todas luces presenta la ruptura en la civilización actual, con el pasado y que nos indica que está surgiendo nuevas formas y parámetros, ante la pérdida de vigencia de los ya existentes.

10.- La dimensión humanística, tendiente a al enriquecimiento conductual, axiológico del hombre, en donde vemos en el enfoque epistemológico, ese acelerado devenir y que la misión de la ciencia, está, en cuidar ese nuevo conocimiento en función del engrandecimiento de la obra humana y no de su deterioro ulterior.

11.- Los avances en el campo de la medicina genética, que vienen a
plantear nuevas formas de alargar y mejorar la condición de salud de los seres humanos.

12.- La crisis política y las continuas guerras en el norte del continente.

El nuevo conocimiento no puede servir como no sea para el enriquecimiento conductual, axilógico del hombre. Justo el rol que vemos en el enfoque epistemológico y ese acelerado devenir de la ciencia está en cuidar la misión de ese nuevo conocimiento en función del engrandecimiento de la obra humana y no de su deterioro ulterior. Una epistemología del siglo XXI, no puede estar de espaldas al condicionamiento histórico social del conocimiento y sus consecuencias.

Referencias Bibliográficas

Aguilera Garcia, L.O. (2.000) Tesis sobre epistemología. En wwww.monografias.com.

Barreto J. Aquiles. (1990) Ideas para una epistemología de la Comunicación. Caracas.

Bunge Mario (1.980) Epistemología de la Ciencia. Edit. Ariel. Barcelona, España.

Burlando Beatriz. (2.011) Mapas y Notas acerca del conocimiento en la Antigüedad, Modernidad y Postmodernidad. Edic. Lulú.com. Valencia Edo. Carabobo, Venezuela.
Casullo, N. (1.989). El debate Modernidad-Postmodernidad. Puntosur Editores. Argentina.

Druckers P. (1.994) El ascenso de la sociedad del Conocimiento. En Fascetas Wash. D.C.

Hurtado y Toro. (1.998) Paradigmas y Métodos de la investigación en Tiempos de Cambios Edit. Episteme 2da. Edición. Valencia Edo. Carabobo, Venezuela.

Martínez Miguel. (1.993)  El Paradigma Emergente: hacia una nueva teoría de la racionalidad científica. Edit. Gedisa Barcelona.

Martínez Miguel. (1.999La Nuevqa Cienci, su desafio, lógica y método. Edit. Trillas, México, Distrito Federal.

Nota:
Articulo publicado para la revista Talento CUAM, Año 2.000, No 2. Actualizado para  http://Mariela-EducaCienciaSociales.blogspot.com/



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